El agua cambia constantemente de estado en su viaje por el planeta. Este viaje es lo que conocemos como ciclo hidrológico. Ahora te toca a ti reproducir el ciclo del agua a pequeña escala y demostrar si siempre hay la misma cantidad de agua.

1. Corta una botella de plástico por la mitad. Pon una capa de piedras y después otra de arena.
2. Coloca un pequeño recipiente con un poco de agua sobre la arena.
3. Cubre con el papel transparente, colócalo al sol y espera unos días.

Observa qué ha ocurrido con el agua del pequeño recipiente, ¿ha desaparecido o ha pasado a otro lugar? Fíjate en la arena, ¿está mojada?
Si el agua del recipiente ha desaparecido es que se ha evaporado gracias al calor que se ha generado por el sol. Parte de esa agua que se ha evaporado ha formado gotitas de agua que han ido precipitando sobre la arena y que se infiltrará hasta llegar a las rocas, simulando la infiltración del agua en el terreno y la formación de aguas subterráneas.