En épocas de lluvias intensas los cauces de los ríos no pueden contener los caudales extraordinarios que se generan y los ríos se desbordan, ocupando su llanura de inundación.

Si las llanuras de inundación están en estado natural, libres de construcciones, actúan como esponjas que retienen parte del agua que lleva el río, porque son terrenos muy permeables. De esa forma se recargan los acuíferos y se disminuye la cantidad de agua que lleva el río, así que se desborda menos aguas abajo, en zonas en las que hay casas y otras construcciones que pueden verse dañadas por el desbordamiento del río.

Si alteramos las llanuras de inundación, construyendo sobre ellas (casas, industrias, carreteras, ferrocarriles…), nos ponemos en riesgo y, además, el agua no se infiltra en el suelo, por lo que no se recarga el acuífero ni se disminuye el caudal extraordinario que lleva el río.

1. Corta con las tijeras el tercio inferior de cada una de las botellas vacías. Deja el tapón puesto.
2. Recorta la esponja por la mitad y del mismo ancho que las botellas. Pon la mitad de cada esponja en cada botella. Tapa una de las botellas con film transparente.
3. Ahora vamos a hacer las casas: dibújalas, decóralas, recórtalas y dobla la parte inferior.
4. Pega las casas sobre la botella con film transparente ya que sólo una contará con la llanura de inundación ocupada por población. Ahora vierte agua sobre las dos botellas.

En una llanura de inundación libre de construcciones el agua se filtra en el suelo actuando como una auténtica esponja. Cuando construimos, el agua no se puede filtrar y se queda en la superficie, nuestros acuíferos no se recargan y el caudal del río sigue aumentando aguas abajo, produciendo daños a las personas y a los bienes que se han situado en las llanuras de inundación.