Decimos que el agua de un río está contaminada cuando su calidad natural está alterada y por ello:

• El ecosistema fluvial se altera y se ven dañadas las plantas y animales propias de ese río.
• Los seres humanos no podemos utilizar esa agua (para abastecimiento, riego, uso industrial…).

A veces la contaminación es muy fácil de ver. Hay restos de aceites o de otras sustancias o residuos, como bolsas, plásticos, latas o neumáticos. Pero otras veces es difícil de apreciar a simple vista y lo que nos parecen aguas limpias están en realidad contaminadas por partículas tan pequeñas que no las podemos ver.

La contaminación de nuestros ríos, o acuíferos, puede tener diferentes orígenes o fuentes:

• Doméstico: cuando usamos el agua en nuestras casas la ensuciamos con restos de alimentos, productos de limpieza, orina, heces, jabones, etc. Si esta agua residual que sale de nuestras casas no pasa por una depuradora, o no se alcanza un nivel de depuración suficiente, se altera la calidad del agua del río.
• Agrícola-ganadero: cuando cultivamos alimentos a menudo se abona la tierra con nutrientes, para que los cultivos crezcan rápido (los llamamos fertilizantes), y con productos químicos, que eviten que los insectos y otros organismos se coman las plantas (es lo que conocemos como pesticidas). Los fertilizantes y los pesticidas pueden llegar hasta el agua de los ríos y acuíferos y contaminarlos. El ganado también puede contaminar el agua cuando los restos de purines y estiércol llegan a los cauces o se infiltran en la tierra hasta los acuíferos. Por eso muchas personas trabajan para mejorar las prácticas agrícolas y ganaderas, de forma que se reduzca la contaminación de nuestras aguas.
• Industrial: en las industrias se generan aguas residuales que contienen diferentes tipos de contaminantes que pueden ser muy peligrosos para el ecosistema acuático. Si esta agua residual que generan las industrias no pasa por una depuradora, o no se alcanza un nivel de depuración suficiente, se altera la calidad del agua del río.

Para evitar que esta contaminación llegue a nuestros ríos las leyes que los protegen prohíben verter aguas residuales que puedan contaminarlos. Si un agua residual tiene productos contaminantes ha de depurarse antes de que vuelva al río, o al mar.

¡Pero hay más! Los residuos que se encuentran al aire libre, en las industrias o de las minas, por ejemplo, generan contaminación de nuestros ríos y acuíferos, porque al llover el agua arrastra las sustancias contaminantes, que terminan llegando a los cauces o a las aguas subterráneas.

También los residuos que se abandonan en los ríos o cerca de ellos (neumáticos, plásticos, colillas…) contaminan sus aguas. Ayúdanos a no contaminar el agua. ¡No abandones residuos en la naturaleza! Evita que el río se ahogue en basura.